lunes, 21 de febrero de 2011

PLOP

El otro día fui a entregar los papeles para concretar –y recibir- los recursos del Fondo del Libro que nos ganamos para hacer el libro infantil “Chin y Chun y El Señor No”.

Como normalmente las cosas me salen al revés, suelo tomar medidas especiales cuando se trata de cosas importantes como esta. Así es que, además de revisar 15 veces todo, cerciorándome de que cada papelito estuviera en orden, le prendí velas a cuanta virgen o santo se me cruzó, me encomendé a buda y a la pulsera de los 7 poderes de Omarcito y tomé tres litros de Agüita del Carmen. Pero aún así, me tiritaban las piernas. Y no es para menos: debía contar con antenas parabólicas para revisar –y firmar- un documento ladrillo que dice cosas espantosas como “mediante la presente resolución el suscrito, bla, bla”. Sé que esto es un mero trámite para cualquier cristiano y por lo mismo, una odisea para mí. Por ello, no satisfecha con las precauciones tomadas, recurrí a mis talismanes más poderosos: mis hijos.

En su compañía, no hay problema que no pueda echarme al hombro ni situación de la cual no reírme. Sin mediar esfuerzo, con ellos se multiplica mi creatividad y la agilidad que necesito para responder a la adversidad. Así es que armada como samurai, llegué con mis ángeles guardianes al edificio de Camilo Henriquez # 262. Al llegar, y apenas cruzamos la reja, nos salió a recibir un quiltro pequeño que se abalanzó -a todo lo que daban sus patitas- sobre mis niños. Después de responder a tan cálido saludo (y lengüetearse mutuamente con mi hijo menor), subimos al cuarto piso, a las oficinas donde tenía concertada mi cita. Y mientras esperábamos –yo histérica y mis hijos recordándome lo divertido que es saltar en los sillones- se abrió el ascensor y luego de tres personas, aparece nada menos que el perrito y se va hacia dónde estábamos como si nos hubiera estado buscando!

Mis hijos estaban muertos de la risa, como si fuera lo más normal del mundo que un perro se pasee por un edificio de oficinas, desplazándose de piso en piso en ascensor. Tímidamente –y mientras se lo señalaba- le comenté a un funcionario que pasaba por ahi, que acababa de subir por error un perro al edificio. Él se giró y sonrió ¡pero si es la Luna! dijo, como si fuera una vieja amiga. Luego de lo cual acarició a la perrita la que se echó de espaldas para que le rascara la panza. Resulta pues, que la perrita Luna vive ahí y durante el día deambula por su enorme “casa”, acompañando en sus labores a los funcionarios y saliendo a recibir a los despistados como yo. ¿Qué tal? Y luego me dicen que soy yo la de la fantasía.

miércoles, 16 de febrero de 2011

NO SE ME DAN LOS NÚMEROS

El día 13 de enero 2011 anunciaron los resultados de los Fondart. Entre ellos, el nuestro, el fondo del libro. Con Javiera (mi socia ilustradora) tenemos un cronograma muy preciso que –jaqueca mía mediante- logramos construir. Ahí están establecidas milimétricamente cada una de las etapas y tareas del “proyecto” (cómo odio esa palabra), el sentido que inspirará cada segundo de nuestra labor. También en el proyecto están detalladas todas las cuentas que sacamos (¡contabilizamos hasta los suspiros que nos costaría sacar adelante nuestro libro!). Javiera –la de los monitos- anda feliz por la vida, confiada y radiante. Y yo, bueno yo, estoy en shock. Todos me dicen que se me va a pasar, que es producto de la emoción. Pero me temo que el pánico irá en aumento. Miro los números: número de días, número de etapas, número de folio, y todo está ordenadito y cuadrado, lo he revisado treinticinco veces buscando el error y no falta nada. Sólo mi serenidad. Y es que, tal como hay gente que huye a perderse frente a una araña o es capaz de subir 17 pisos por evitar un ascensor, yo le tengo fobia a los números. Y lo peor de todo es que nadie me cree (especialmente El Señor No).

sábado, 12 de febrero de 2011

TARAAANNN: NUESTRO NUEVO PROYECTO

"Chin y Chun y El Señor No" es un proyecto de libro infantil ilustrado financiado por un Fondo del Libro otorgado por el Consejo Nacional de la Cutura y las Artes (CNCA) (si todos los santos nos ayudan) llevaremos a cabo Javiera Donoso (la de los dibujos) y yo, Nathalie Moreno (la de los textos).

En este blog queremos ir registrando nuestros pasos (incluídos los tropezones) a modo de bitácora para compartirla con ustedes.

Ya les iremos contando más en detalle del proyecto mismo, de los azares que se han conjugado para que este sueño se vaya haciendo realidad, de las situaciones y personajes que han acompañado nuestros pasos y, claro cómo no, también contarles de cada una de nosotras. Desde ya les adelanto que Javiera es diseñadora y desarrolla un bello trabajo que pueden ver en detalle pinchando esta dirección http://fibras.cl/

Un abrazo cariñoso a todos

Nathalie